Durante 2024 en la Escuela secundaria n°25 «General San Martín» de Concordia se llevó adelante un proyecto escolar, en el marco del plan “Acontecer”. La propuesta apuntaba a generar compost a partir de la reutilización de residuos orgánicos en los domicilios de los alumnos que luego iba a ser utilizado en el jardín del establecimiento. Pero grande fue la sorpresa cuando de esa tierra rica en nutrientes surgieron cultivos de huerta. Tantos zapallos brotaron y se lograron cosechar que cada estudiante se llevó uno como “premio” a su casa. De este modo, el proyecto se transformó en el de una huerta, contaron las docentes responsables a ERA Verde. La experiencia, señalaron, fue altamente motivante para la comunidad escolar que, desde otra perspectiva, aportó a la educación ambiental y producción auto sustentable del alumnado.

Todo comenzó con “la producción de compostaje, en la casa de los chicos, que luego llevaron a la escuela. Y en el compostaje vinieron semillas que luego de convirtieron en plantas, donde finalmente también se dio una producción y cosecha de zapallos”, sintetizó la docente María Itatí Goya sobre el gratificante proceso que tuvo lugar en la Escuela secundaria n°25 «General San Martín», en el marco de un proyecto “Acontecer” que lanzó hace unos años el Consejo General de Educación (CGE) para establecimientos de nivel medio.
Así, “este proyecto que nació para que los chicos tomen conciencia del cuidado del ambiente desde casa”, derivó en la producción de una huerta escolar, contó Goya, quien, junto a Florentina Fontana, y Andrea Mateos, son responsables del plan institucional que involucra las materias de Ética, Biología, Físico-Química, Lengua y Literatura.

DEL JARDÍN A LA HUERTA
“Por eso la actividad con los alumnos comenzó en compostar en sus casas, para luego traerlo a la escuela. La idea originalmente era ornamentar la escuela con flores cultivadas en ese compost. De ahí salieron plantas, flores y también zapallos; no fue que se cultivaron, salieron de las semillas que estaban en el compost. Salieron una gran variedad de zapallos, morrones, cebollas y algunos tomates. Recolectaron muchos, un montón de zapallos”, por eso cada estudiante “pudo llevarse un zapallo a su casa como un premio”, contó la docente de cómo llegaron del jardín de flores a la huerta.
“Ahora, vamos a comenzar a limpiar el lugar y volver a sembrar”, comentó Goya a ERA Verde. Si bien pasó todo un año para obtener azarosamente productos de la huerta, “ahora sí, este año, vamos a plantar” con el objetivo de cosechar, narró entusiasmada la profesora.

En esta primera etapa del nuevo proyecto de huerta, comentó, estará a cargo de estudiantes de 1° A, B y D. Germinadores, compostaje, limpieza del lugar, preparación de la tierra, armado de cajones para ser utilizados como canteros”, fue el listado de tareas que proyectó la profesora, quien al reflexionar sostuvo: “Valoro mucho este trabajo, con mis colegas, porque nos ha servido un montón”.


De la Redacción de ERA Verde
