Características de un clima tropical en la región han establecido condiciones para que el ciclo de gestación de los mosquitos sea más corto y por ende se adapten mejor a los cambios bruscos de temperatura y humedad. Esta podría ser una de las hipótesis para explicar un comportamiento que ya ha comenzado a registrarse en la región con estos insectos vectores de enfermedades como el dengue, zica y chicunguña.

 

Los huevos de Aedes aegypti demoran entre  7 y 10 días en convertirse en un ejemplar adulto. Así es definido por la amplia bibliografía especializada.  En Paraná, estos mosquitos que hasta hace un tiempo por las condiciones climáticas propias tardaban en desarrollarse 10 días, ahora lo hacen con mayor soltura: en una semana. Así lo ha venido observando la epidemióloga Silvina Saavedra que en diálogo con ERA Verde traza una provocadora hipótesis: El ciclo del mosquito en nuestra región se ha acortado a uno propio de zona tropical. Y no sólo esto. El Aedes aegypti coloca huevos en la planta de los recipientes con agua acumulada (no sólo en la superficie) y la persistencia de períodos de lluvia les permite contar con condiciones para una mayor supervivencia.

 

Molesta presencia

 

El ciclo acortado para alcanzar su adultez y mejor adaptación al clima cambiante del Aedes aegypti es un problema que trae consecuencias en la salud. Justamente la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el mes pasado renovó el alerta emitido en agosto sobre el incremento de casos de dengue en la región. El organismo multilateral instó a sus Estados miembros a que activen las alertas epidemiológicas por dengue –esta enfermedad viral transmitida por los mosquitos–, que en lo que va del año ha registrado más de 2 millones de casos de infectados por este virus en Latinoamérica. Se pide asimismo que se fortalezcan e intensifiquen la vigilancia y control de los vectores.

 

En estos días, sin ir más lejos, se conoció la advertencia del Ministerio de Salud del Paraguay sobre un aumento “progresivo” de nuevos casos de dengue de los cuales el 96% se concentraba en Asunción y sus ciudades vecinas del departamento Central. También en la provincia de Misiones se confirmaron seis casos de dengue con otros siete sospechosos en estudio. La recomendación es no bajar la guardia, afirmó Saavedra, veterinaria especialista en manejo de plagas urbanas.

 

El verano es un período clave para la proliferación del Aedes aegypti. Más aún si el cambio climático contribuye a que se reproduzca exponencialmente. No se trata de una “evolución”, aclara Saavedra, sino que es una mayor adaptación a un clima que lo favorece más en desplegar si ciclo vital. “En nuestra zona se ha acortado el ciclo a uno del tipo que corresponde a una zona tropical”, describe en relación a sus crías ensayos en los que ha registrado este comportamiento, tal como lo viene siguiendo desde 2001. “Lo que observaba respecto a años atrás es que el ciclo era de 10 días en la mayoría de los casos. Ahora en 7 días ya tengo adultos. La última etapa, la de pupa, que generalmente se extendía a 3 días, ahora he observado en muchos casos que en un día ya evoluciona a adulto. Esto podría ser por el aumento de la temperatura”, conjeturó.

 

Cambio climático

 

El “caldo de cultivo” que beneficia a los mosquitos es justamente las altas temperaturas, con períodos frescos, pero con persistencia en el regreso al calor, sumado con abundante lluvia. “Cuando llueve los huevos que quedaron de temporada anterior o actual en los recipientes eclosionan. Y si hay temperaturas moderadas y altas aceleran el crecimiento. Si el calor sigue, sin lluvias, pueden cortar el ciclo o desacelerarlo. Las altas temperaturas secan los criaderos y matan adultos expuestos; es decir los que pueden estar en los patios de las casas en los recipientes que acumulan agua. Y temperaturas agradables como las de ahora, permiten su supervivencia”, describió Saavedra.

 

Ciertos documentos ya señalan que el cambio climático favorece el desarrollo del Aedes aegypti y las enfermedades transmitidas por este mosquito. Incluso se señala un mayor desequilibrio en el clima futuro del planeta “tendrán un impacto considerable en el panorama epidemiológico de las enfermedades transmitidas por A. aegypti”, apunta al respecto una investigación científica ecuatoriana.

 

Una dimensión del problema es entender que el calor intenso, con baja humedad y sin lluvias “mata” o rompe el ciclo de reproducción del mosquito. También le es perjudicial el frío, con el detalle que si frente a las bajas temperaturas en el exterior dentro de las viviendas se mantiene templada, el ciclo del mosquito pueden encontrar un lugar de supervivencia para que en un momento los ejemplares ya adultos salgan nuevamente a reproducirse y picar.

 

De la Redacción de ERA Verde