El intendente de Paraná, Adán Humberto Bahl, vetó en su totalidad la ordenanza que impulsó el propio oficialismo en el Concejo Deliberante que propone un plan de conservación y desarrollo del arbolado urbano. La iniciativa motorizada por uno de los líderes del bloque del Frente Creer-PJ, Sergio Daniel Granetto, planteaba una regulación para la plantación y recuperación de los árboles estableciendo una serie de requisitos en función de valorar la diversidad biológica. Pero en los considerandos sostenidos por el Departamento Ejecutivo se entendió que la normativa es “contradictoria” ya que “enfatiza la protección individual de ejemplares arbóreos y los declara sujetos de derechos, subordinando otras funciones de la ciudad a su cumplimiento”, dice el escrito al que accedió ERA Verde. Granetto podría insistir con el proyecto en el recinto para lo cual debe reunir una mayoría especial de dos tercios del cuerpo, es decir 10 votos.

 

“Vétase en todos sus términos la Ordenanza sancionada por el Honorable Concejo Deliberante, en la sesión de fecha 27 de octubre de 2022, que establece un Marco Normativo, Objeto y Definiciones General del Arbolado Urbano de la ciudad de Paraná”, dice el artículo 1º, del decreto Nº 2.903 con el cual el presidente municipal de Paraná, Adán Bahl, rechaza totalmente la iniciativa impulsada por su bloque de ediles en el cuerpo legislativo de la ciudad. El veto es suscripto también por el secretario de Gobierno, Santiago Halle; el secretario de Servicios Públicos, Emanuel Redondo; y el secretario de Planeamiento y Desarrollo Territorial, Guillermo Federik, quienes fuente en el Palacio Municipal señalan como el autor intelectual de “talar” la ordenanza.

 

Con duros términos, los considerandos expresados en el decreto de la presidencia municipal demuelen la propuesta del concejal Sergio Granetto (Frente Creer–PJ) por medio de la cual se propiciaba un Marco Normativo Integral para la preservación y Desarrollo del Arbolado Urbano de la Ciudad de Paraná. La iniciativa fue aprobada por unanimidad el 15 de julio pasado, con el objeto de “asegurar la defensa, conservación, ordenamiento, protección, mejoramiento, recuperación, ampliación y desarrollo del arbolado urbano, respetando el ambiente, la diversidad biológica, los recursos naturales históricos, culturales y paisajísticos, como así también establecer los requisitos y condiciones a que se ajustará la plantación, conservación, erradicación y reimplantación del arbolado urbano en el territorio del Municipio de la Ciudad de Paraná, para sus habitantes y las generaciones futuras”, se indica en el encabezado.

 

En su momento, Granetto valoró que la letra de la ordenanza había sido nutrida por los aportes de la participación de distintas organizaciones no gubernamentales e institucionales que integraron la Mesa de Arbolado Urbano. También señaló que se pretendía ordenar las distintas ordenanzas existentes y también contribuir a una “mayor calidad de vida”.

 

El concejal también había expresado que se apuntaba de tratar “de analizar y llenar de significado los roles que desempeña el arbolado urbano en la ciudad. En primera instancia constituye un patrimonio natural y cultural, ellos son portadores de mensajes estéticos y simbólicos, incorporados a lo largo de los siglos en el bagaje cultural de la humanidad, tienen variedad individual y colectiva que se opone a la normativa constante del medio ambiente tecnológico”. También que “los servicios que brinda son muchos y los podemos agrupar en tres grandes grupos: servicios culturales (recreación, patrimonial, estéticos, salud mental y física, símbolo, identidad, etc), de regulación y mantenimiento (temperatura y humedad local, la calidad del aire, secuestro de carbono, polinización y ritmos de vida en distintas estaciones, etc) y de aprovisionamiento (biomasa vegetal, alimentos, etc)”, detalló. Y planteó: “Un proceso de esta naturaleza, sin dudas, pone el tema en la agenda y permite que se fomente una cultura y consciencia social del valor y cuidado del arbolado, a la vez que establece experiencias de base territorial para poder aplicar herramientas de planificación y monitoreo que tengan incorporada la participación y control social”.

 

VERDE VS. CEMENTO

Pero para el Ejecutivo, “el bosque urbano que puede ser proveedor de servicios ecosistémico en la ciudad no es un factor crítico, aunque sí considerable”. Es por eso que señala que “la norma analizada deshabilita oportunidades de gestión e ingeniería ambiental que podrían introducir mejoras al sistema, supeditando el desarrollo de proyectos al mantenimiento de las existencias forestales”.

 

También se aluden a “inconsistencias, contradicciones y otras impericias en relación a los aspectos instrumentales de la ordenanza” apuntando que “en lo relacionado con la inspección y el control de la calidad, es pertinente cuestionar si es realmente factible y eficiente asumir el costo de la inspección, control fitosanitario periódico”.

 

Desde la intendencia también se alertó que la legislación “plantea un régimen de responsabilidades tan difuso como amplio, dejando al arbitrio de la autoridad de aplicación el régimen de sanciones haciendo peligrar la seguridad jurídica tanto de los actores sociales como los gubernamentales”. Y agrega: “Estas disposiciones avanzan sobre responsabilidades económicas tanto para la Administración, como para particulares, sin contemplar las condiciones de posibilidad material, urbana, de gestión o política”.

 

De contar con la decisión política, Granetto podría insistir en sostener su propuesta cuando este jueves 15 de diciembre se comunique oficialmente la decisión de Bahl al recinto que se reunirá para la 19º sesión ordinaria del HCD en su periodo de prórroga. Para este el edil del oficialismo debería reunir 10 voluntades y torcer la pulseada con la cual el Ejecutivo vetó la ordenanza del expediente Nº 834/2022 con el decreto Nº 2.903.

 

 

De la Redacción de ERA Verde