A través de la Federación Entrerriana de Pesca y Lanzamiento, un grupo de peñas pesqueras de la provincia ingresó en Tribunales una solicitud de amparo colectivo ambiental para prohibir la extracción ictícola en la jurisdicción provincial de río Paraná. La presentación se funda en la crisis hídrica y ambiental por la bajante pronunciada y extendida de las aguas y se apunta al descontrol de la actividad depredatoria de los frigoríficos. Llegan a esta instancia, se indicó, luego de infructuosas gestiones al más alto nivel del Ejecutivo y Legislativo de Entre Ríos.

 

El sábado pasado, encabezadas por Peña El Cañazo, distintas organizaciones deportivas y ONG presentaron un amparo ambiental para solicitar la veda total de la pesca en el río Paraná. La solicitud se funda en la emergencia hídrica por la pronunciada y persistente bajante que impacta en toda la región que atraviesa el curso de agua, especialmente para la reproducción de peces, comentó Gabriel Ducasse a LT 14.

 

El integrante de la agrupación deportiva señaló que se arribó a una instancia judicial ya que se “agotaron” las instancias previas de reuniones y pedidos ante legisladores provinciales y entidades que regulan la actividad a nivel de Ejecutivo provincial y de algunos municipios ribereños, precisó Ducasse a ERA Verde. Y más allá de la crisis hídrica que agravó el problema de la fauna del río, se apuntó como problema de fondo el sistema de despojo del río que se realiza a partir de la explotación de pesca para la exportación. “Es una actividad nefasta”, definió el pescador deportivo, ya que esta práctica no se realiza “en casi ningún país del mundo; en muy pocos se utiliza, ya que el pez de agua dulce no tienen la capacidad de reproducción que el marítimo, eso ya se sabe. Y decimos todo esto con sustento científico y de especialistas”, sostuvo.

 

El pedido de veda, apuntó el también integrante de la Asociación de Pescadores Deportivos Litoral y Río Sano, “es un reclamo ciudadano”, porque “es por un recurso es de todos los argentinos” y “está seriamente en riesgo; esto es dicho por especialistas en el tema, en hidrología y biología que han trabajado con nosotros para esta presentación”, aludió Ducasse. Este año, continuó el pescador, es el tercero sin producirse desove. “Está en peligro el recurso, tardará muchísimo tiempo en recuperarse”, afirmó señalando que el lema de la iniciativa es “dejar de pescar hoy para poder pescar mañana”.

 

Sobre las gestiones llevadas adelante previos a esta instancia judicial, el peñista explicó que fueron tan innumerables como infructuosas todas las conversaciones. “Hemos hecho todos los pasos previos a lo judicial. Agotamos todas las vías administrativas, vía notas y lamentablemente no hemos tenido respuesta”, narró. En estas instancias llegaron hasta encuentros en el Ministerio de la Producción donde mantuvieron reuniones con las más altas autoridades del área, que le solicitaron estudios y que una vez acercados hicieron caso omiso a las pruebas colectadas para declarar la veda. Según trascendió, los pedidos llegaron incluso hasta oídos del mismo gobernador, Gustavo Bordet, conocido por su afición a la pesca deportiva. A través de peñas con las cuales el mandatario entrerriano tienen contacto, se afirmó, él está al tanto del problema.

 

La vía legal

 

En diálogo con ERA Verde, el representante legal del amparo, Joaquín Arias, detalló que la solicitud de amparo colectivo ambiental recayó por cuestión de turno en manos de la jueza de Cámara III de Apelaciones del Trabajo Sala I, Fabiola Bogado Ibarra. En cuanto a los tiempos procesales, el abogado señaló que corren plazos de siete días para resolver el amparo y cinco días para una medida cautelar que se presentó simultáneamente por la cual la magistrada pueda ordenar de forma preventiva y provisoria una veda “porque se pone en riesgo el recurso natural”, entendió. Además, pidieron medidas periciales técnicas con biólogos o ingenieros ambientales.

 

El demandando es el Superior Gobierno de Entre Ríos y el objeto es “la veda total y automática de toda acción de pesca comercial y con fines recreativos y deportivos”, precisó Arias. Se evaluó para esto la situación de la cuenca, afectada por la bajante pero además se solicitó una emergencia hídrica e íctica para que “se haga un control del recurso pesquero, porque se saca y se exporta. No hay control de los puertos, no hay control de los frigoríficos, ni tampoco del tamaño de las piezas. Como es por peso, la mercadería se pesa y se exporta”, planteó el letrado.

 

Es por esta situación que se pide la emergencia hídrica, al mismo tiempo se establezcan los mecanismos para el control del recurso pesquero siguiendo la Ley Nacional General del Nº 25675. “El recurso se está acabando, es cada vez más escaso. No es sólo una cuestión de que el río suba. Hay especies de pescados que casi no tienen reproducción. Hay generaciones de sábalos que ya no están”, ejemplificó el profesional mencionando un informe del biólogo Luis Espínola respecto a una especie clave en la cadena alimentaria del río. “Los peces no son vacas. Es un recurso de la naturaleza. Se saca con un fin comercial y se exporta”, graficó. “Somos la única provincia que estamos casi pidiendo por favor que declare la veda”, cerró.

 

De la Redacción de ERA Verde