En plena cuarentena e irrefrenable desastre ambiental en el Delta por las quemas, se reiteran los avistamientos de pumas en cercanías de áreas suburbanas lindantes con sus habitas naturales. En algunos episodios tuvieron un triste final cuando, indefensos, fueron salvajemente ultimados por sus captores. Hubo también un rescate y en otros casos donde se les perdió el rastro. Son animales a los que se debe auxiliar para conservar su especie, sostiene a ERA Verde el investigador y guardaparque Ariel Carmaran. “Por el bien común y el estado sanitario de nuestros ambientes; para que Entre Ríos siga manteniendo su biodiversidad que es un legado natural que debemos mantener”.

 

“El puma entrerriano es un felino en problemas” hay que conocer su historia para poder darle una mano, afirma el estudioso que comenta que el puma concolor, tal como se lo conoce científicamente, “es un felino de gran tamaño que en las últimas décadas ha mostrado una recuperación y un progresivo repoblamiento en nuestro país. Hasta hace poco tiempo se la considerada extinta en nuestra provincia y se sabe con datos precisos que todavía existen individuos de una población amenazada que corresponde a la subespecie conocida como la del puma de las pampas o puma concolor cabrerae”, detalla  Carmaran quien se desempeña como guardaparques en Puerto Iguazú, Misiones.

 

“Lo que es lamentable es la mala fama que se le da a estos animales silvestres debido al desconocimiento por parte de la sociedad, que lo cataloga como una especie amenazante y lleva a su temor infundado. De allí el mal trato que recibe, en la mayoría de los casos, cuando notan su presencia”, planteó el zoólogo que aludió que en las últimas semanas se suscitaron dos avistajes de pumas en Entre Ríos, uno de ellos con final trágico para el puma.

 

“De acuerdo a lo relatado por el hombre que se encontró con el animal (a fines de julio), dijo que el felino fue detectado por sus perros cuando se encontraba de recorrida por el campo (en San Gregorio, a unos 20 kilómetros de San Salvador), quienes seguidamente lo acorralaron haciéndolo subir a un árbol. Luego dio aviso a la Policía de Abigeato quienes montaron un operativo para capturarlo vivo, cosa que no pudiendo lograr pues finalmente el animal logró huir. Lo que es importante destacar considerando los datos suministrados es que el animal mostró un comportamiento evasivo y para nada presentó una actitud agresiva o que haya representado o puesto en peligro la vida del campesino ni la de sus perros, lo que deja evidencia o nos hace suponer que se trataba de una animal silvestre descartando así la posibilidad de que sea escapado del cautiverio”, apuntó.

 

En cuanto al segundo episodio en un sector de islas del Delta del Paraná, en jurisdicción de en la zona conocida como arroyo Careaga, lastimosamente la suerte de este puma fue otra pues al ser acorralado fue ultimado a palazos.  “Por cierto se trataba de un animal robusto que aparentaba un buen estado sanitario y por los relatos, y lo que se observa en el video, el individuo no mostró una actitud agresiva hacia las personas porque estaba lejos de ellas, y sólo se defiende de los embates de los canes que lo atacaban ferozmente, como cualquiera otro animal lo hubiera hecho si su vida estuviese en peligro”, planteó para resaltar que “por naturaleza estos animales cuando se encuentran acorralados o perseguidos por perros no atinan a defenderse y buscan subirse a los árboles para esperar que estos desistan de la persecución”.

 

Estudio

 

Carmaran revela a ERA Verde que esta especie viene siendo monitoreada desde 2010 en el Parque Nacional Pre Delta. “A raíz de la aparición de dos individuos en la zona isleña –uno de ellos cazado frente al área protegida y otro del que se pudieron registrar vistas e indicios hasta diciembre de 2018, estimo que puede tratarse del mismo animal cazado recientemente en el departamento Victoria, ya que la zona de los hechos está a solo 57 kilómetros del Parque Nacional y dentro del área de acción en la cual se desenvuelve la especie”.

 

En este estudio, aporta el investigador, “con los relatos de pescadores, docentes, puesteros, entre otros, se puede recabar una historia de los datos conocidos acerca de la presencia de pumas en la zona. Se llegó a la conclusión que en esa área de aproximadamente de 50 km2, y tomando como período de estudio esa última década (2000-2010), se registraron cinco individuos en total. De acuerdo a los datos históricos se puede afirmar que la especie siempre estuvo presente en la zona aunque posiblemente no fue citada con anterioridad por falta de información. Los distintos avistajes realizados por pobladores locales y agentes del área protegida en distintas épocas, de animales juveniles y adultos, indican que no estaríamos hablando de individuos aislados sino de una población reducida, posiblemente movilizada por las inundaciones del río Paraná”, precisó.

 

Como parte del sondeo, el guardaparque abunda que “de un total de 44 entrevistas formales realizadas a los distintos actores, se obtuvo que el 84% de los entrevistados conoce la especie, mientras que el 29,5% tuvo un encuentro cercano observándola directamente. Aproximadamente el 72% respondió que la especie no representa un peligro para la vida humana, un 20,4% piensa que si los es y solo un 7% desconoce la peligrosidad de la especie. Entre otros datos y en cuanto al comportamiento del puma en las islas del Delta, se detectó que utilizaba sólo el ceibo (Erythrina crista-galli) para demarcar territorio y según las muestras colectadas el carpincho (Hydrochoerus hidrochaeris) y el coipo (Myocastor coypus) son elementos de mucha relevancia en su dieta”, contó sobre sus hábitos.

 

“Con respecto a la distribución geográfica de los indicios encontrados, la especie ocupó el sector de islas mientras que la altura del río Paraná se mantuvo por debajo de los 4,15 metros, registro tomado en Puerto Diamante; superada esta cota se retiró a la zona alta. Este dato puede utilizarse para tomar los recaudos necesarios como medidas y acciones a fin de conservar la especie en las épocas de inundaciones, cuando ésta se ve desplazada hacia la parte alta, donde los individuos quedan expuestos y su supervivencia se ve amenazada por la modificación del hábitat y las actividades humanas”.

 

¿Qué se puede pasar con su progresión en el tiempo? Carmaran sostiene que “por lo analizado anteriormente y con otros especialistas en este tema se supone que se trata de una especie en regresión y recolonizando la provincia, por este motivo se debe prestar especial atención y continuar recabando más información de los avistajes, a fin de monitorear su distribución y conocer las amenazas y su estado de conservación en Entre Ríos”, instó. El especialistas planteo asimismo que si bien la especie figura en la categoría nacional de conservación 2019 como de “preocupación menor” (LC), bien se podría “decir que a nivel provincial estaría en un estado crítico de conservación (CC) por su escasa presencia y falta de registros. Esta afirmación se fundamenta que hace unos años se consideraba al puma como una especie ‘extinta’ para las provincias de Corrientes y Entre Ríos, y en base a los datos recabados y avistajes  se la volvió a incluir en la lista de mamíferos y a considerarla presente en ambas provincias nuevamente”.

 

Por último el investigador mencionó como importante “que la especie no representa una amenaza para la sociedad y que muchas veces por desconocimiento los ciudadanos tratan de cazarlo o atraparlo pensando que es peligroso por ser un felino de un tamaño considerable. Es un animal de hábitos solitario, de movimientos comúnmente crepusculares y su área de acción puede llegar abarcar 200 km2 dependiendo del sexo, del ambiente en que se encuentre, y la disponibilidad de presas, entre otros factores”.

 

Avisajes

En los primeros días de agosto un nuevo avisaje de este majestuoso felino salvaje volvió a registrarse en Theobald, al sur de Villa Constitución, provincia de Santa Fe. En un paraje rural se filmó al ingresar a un maizal lo que se estima es un macho adulto de puma de las pampas (Puma concolor cabrerae) que puede alcanzar los 100 kilos, mientras las hembras entre 40 y 50 kilogramos. Poco antes, Radio 2 AM 1230 publicó un video donde en la noche se observó pasar un ejemplar de tamaño más pequeño por un playón donde se estacionan camiones de carga en el barrio de Luzuriaga de Villa Constitución.

 

Estos casos no han sido los únicos en este último tiempo. El 29 de julio, el portal SL 24 publicó un video estremecedor de un grupo de cazadores que mataron cruelmente a palazos a un ejemplar de puma que se encontraron en la zona de Corte Careaga, en el límite entre el departamento Victoria y Diamante, provincia de Entre Ríos. El video difundido en las redes causó un gran impacto por la saña sobre este gran gato que ni siquiera atina a defenderse de los perros que lo rodean. Este episodio derivó en la actuación de la Policía de que “en virtud a la viralización de un video donde matan a un puma”, en la tarde del jueves 30 de julio personal de Comisaría 1ª Sección Islas secuestraron una escopeta calibre 16 y cartuchos, junto con el cráneo sin piel y el cuero del animal masacrado poniéndose a disposición a los responsables por transgresión a la Ley Nacional de Conservación de la Fauna Silvestre Nº 22.421 y la provincial de caza N° 4.841.

 

La información del portal de noticias que dio cuenta de este caza, también consignaba que al norte, a la altura de Puerto Gaboto, provincia de Santa Fe, se había observado otro ejemplar. Es en la misma zona donde el 11 de julio una familia, con la ayuda de la Guardia Rural santafesina, atrapó un ejemplar que deambulaba por su vivienda y fue trasladado a la Granja La Esmeralda, Santa Fe, pera ser examinado y liberado luego.

 

También en Entre Ríos, a fines de julio, un avistamiento de puma fue noticia. El bicho fue vista en una zona rural, en el límite entre los departamentos Villaguay y San Salvador, en una zona de monte nativo. El vecino de la zona de San Gregorio, distrito Lucas Sud Segunda, que atestiguó el hecho contó que rodeado de canes, el puma trepó a un árbol y luego desapareció de la vista, no pudiendo ser atrapado consignó Reporte Cuatro. Este hecho derivó en declaraciones de Maximiliano Cuartino, a cargo de Abigeato San Salvador, que dijo que el animal podía “fácilmente lastimarnos o quitarnos la vida en segundos”, lo que le valió la réplica por parte de especialistas por su ignorancia e instigar que sea exterminado.

 

Foto: Norberto A. Nigro.

De la Redacción de ERA Verde