Por Jorge Daneri. Ecio1 se fue esculpiendo como un ser sin tiempos, o quizás un ser abrazado a los tiempos de la naturaleza2.

 

Contemplar su presencia, escuchar la tonada atrapante de su voz en el Teatro 3 de Febrero3 explicando, desde las entrañas del pensamiento domador de ríos, el delirio represor de sus libertades. Ecio expone las fantasías y mentiras de las cinco mega corporaciones asociadas para matarlo de la mano del imperio del norte, con claridad demoledora y cautivante.

 

Se planta desde su ética, frente al menemismo y sus secuaces, expresión política arrasadora en los nudos del poder, manifestación desenfrenada de la cultura del patriarcado rojo Ferrari, privatizador de los reinos de vida, basamento de la devastación ecocida en sus entrañas más profundas, Mesopotamia y Gran Chaco todo.

 

Ecio suscribe la acción judicial de amparo ambiental federal para impedir que el río pierda las dos primaveras de Juan de Dios4. Le pone letra a la ley de Libertad de los ríos que Entre Ríos celebra cada 25 de septiembre en las aulas de la libertad y la conversación comprometida de la resistencia. Cada diez años aparecen reciclados los mismos megaproyectos. Entonces, aquí y ahora, mañana, todos los años están en sus trincheras de la no violencia, las aulas del futuro, las juventudes atentas sosteniendo las libertades ganadas en las calles y los recintos de la democracia rebalsando de humanidades lúcidas. Y allí, con ellas, en sus silencios eternos y amorosos, esta Ecio, siempre.

 

En el río y la meditación, Ecio florece cada día en sus jardines de esperanzas y sueños de escalas humanas, bien de aguas y agroecologías, bien desde abajo, bien paso a paso, bien con otras y otros, juntos, hermanadas, sonrientes, suaves activistas y pensadoras, pensadores constructores de otros mundos posibles.

 

Ecio, madera dura de un solo rostro, sonrisas cargadas de expresividad amorosa, abrazos inolvidables de un ser de luz que supo atravesar los obstáculos de las miserias humanas con la dignidad de los seres sanos, respetuosos, poeta de la vida, cada día, en cada mirada, Ecio, ser primavera, ser de los ríos.

 

Septiembre, en la tierra de los ríos libres, es una celebración, porque la primavera que renace observa, aún observa, que la esperanza de la libertad de sus ríos alumbra en las historias que se renuevan desde una memoria activa, contemplando, recordando y haciendo presente y futuro, con cientos, miles de semillas multicolores cargadas de la energía cósmica y de madre tierra que Ecio alumbra, cada mañana, cada atardecer en la intimidad nuestra de su acompañamiento, energía interior de las juventudes que se enamoran de las diversidades multicolores de la vida y bailan, cantan, meditan, como Ecio nos enseñó a transitar y navegar la esperanza y utopías de construir desde nuestra propia interioridad, con alma, que esos otros mundos sí son posibles y ya están en marcha.

1-Ecio Bertellotti, Ingeniero, docente universitario, ex concejal de la ciudad de Paraná. Integrante del cuerpo docente posgrado de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable, Escuela Marina Vilte, CTERA.
2- «Ética del ser y el tiempo de la sustentabilidad». Punto 49 en el “Manifiesto por la vida, por un ética para la sustentabilidad». https://www.scielo.br/pdf/asoc/n10/16893.pdf

3- Teatro 3 de febrero, Paraná. Exposición de Ecio Bertellotti (1996) en la serie de conferencias realizadas durante la resistencia al mega proyecto hidroeléctrico denominado Paraná Medio.

4- Juan de Dios Muñoz. “Las Luchas de Juan por las Primaveras”. https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar/publicaciones/index.php/Natura/article/view/3840